jueves, 26 de noviembre de 2009

Un buen día

La mejor manera a mi parecer para predecir un buen día es no esperarlo mas sí fomentarlo.
Siendo martes 24 de noviembre del año 2009 decidí por fin terminar con mi miedo a las agujas y proceder a perforar mi ceja para lucir así una pieza metálica en pleno rostro. Sin tratar de pensar mucho en ello me dirigí a la estación Sol del metro de Madrid buscando aquellos lugares afines con los piercings y tatuajes. Recorrí uno, dos, tres y más locales buscando uno donde me sintiera cómodo y pues escogí donde estaban las chicas más guapas, je. Pagué, me pasaron a donde pasan a uno a perforar o tatuar y sin cruzar muchas palabras con "el perforador" sentí un pequeño pellizco en mi ceja derecha y ya, eso había sido todo. Y la verdad me gustó bastante cómo quedó.

Ahora sólo esperaré un mes para poder ponerle otra pieza más Satánica, jajaja.
Pues ya en la noche sin muchas ilusiones para hacer una fiesta en mi casa para festejar mi perforación me metí en la cama, fumé un toque y me puse a leer muy a gusto mi libro del Señor de los Anillos (ahora ya estoy en el de las dos torres, y está muy fregón) cuando de pronto tocan a mi puerta y entra mi amiga "Grabiela" y pues muy a gusto platicando y pues que salen las primeras chelas, de ahí se nos fueron uniendo varios y varias haciendo que termináramos alrededor de las 5 a.m. hasta el pito de borrachos y marihuanos. ¿Por qué no?, como dicen aquí. ¡Salud!

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