lunes, 7 de septiembre de 2009

Llegada a Madrid

Pues la llegada a esta capital estuvo medio aburrida, en el avión desde la ciudad de Frankfurt no pasó nada interesante... primero despegó, luego voló y ya al final aterrizó en Barajas, así de sencillo. Y lo gacho es que aunque me tocó en la ventanilla no se pudo ver ni madres porque estaba muy nublado todo. Lo único variado fue lo siguiente: En cuanto bajé del aeroplano acudí a verificar en qué banda se estaría recogiendo el equipaje, una vez que confirmé que la entrega de las maletas ya se estaba efectuando corrí al baño más próximo para desalojar los productos Chilchota del avión anterior (los cuales me provocaron una diarrea muy aguada y apestosa que aún no se me detiene), decidí entrar a cagar antes de recoger mi maletototota para no tener que meterla al pequeño water del aeropuerto, de por sí ya iba cargado con otras cosas. Pues salí muy contento y satisfecho de los sanitarios y cuál va siendo mi sorpresa al llegar a la banda que ya no había ¡nadie!. La banda ya no giraba y no había un alma para preguntarle por la entrega de maletas... no mames, ¿y ahora? Neto que en el baño no me tardé más de 5 minutos... tons corrí como idiota buscando a alguien y nada... hasta sentí que la diarrea regresaba nomas del susto. Pero ¡uf! a lo lejos vi a un grupillo de gente y logré reconocer a algunos que venían en el vuelo conmigo, lo que pasó es que cambiaron de banda a la mera hora y pues cuando avisaron seguramente yo estaba pujando en la bolsa de valores sanitarios, jaja.

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