jueves, 17 de septiembre de 2009

15 de septiembre del 2009

Ya hacía algunos días que acudimos a la embajada de México aquí en Madrid para recoger unas invitaciones para la celebración de independencia en la casa del embajador Zermeño. Y pues llegado el día acudimos al lugar de la cita dispuestos a divertirnos. Como siempre los hombres nos adelantamos porque las viejas de la casa se tardan un montón en arreglarse, pero estuvo bien porque llegando había una fila más larga que las que se hacen cuando en el zócalo regalan pan de reyes; total que antes de llegar a la entrada nos alcanzaron la muchachas de la casa y pues entramos todos juntos. Una casa muy grande pero un jardín mucho mayor. En la circunferencia había barras improvisadas expendedoras de cerveza y pues como era gratis me pedí dos vasitos, ja. Caminando más hacia la parte trasera de la casa vi lo que parecía el inicio de una fila de gente más larga (me cae) que la fila para entrar, y pues esa fila era para los tacos al pastor... chale. Como nos encontramos otro lugar de cerveza nos pedimos otras dos y más adelante había otro y pues otras dos cheves a la barriga. En eso estábamos cuando se escucha a lo lejos el grito por parte del embajador pero pues ni corriendo llegábamos hasta allá, así que mejor nos relajamos y pedimos otras dos cervezas cada quien (¿cuántas cheves van?). Después que salen unos mariachis y ahí pues la verdad sí quise ir a verlos más de cerquita, lo bueno fue que rumbo a la parte de enfrente de la casota vimos que nuestras cuatas se habían formado para los tacos al pastor, por lo que pasamos por otras dos chelas para alcanzarlas en la fila y comer un poquito, pero pues cuál... los tacos se terminaron poco antes de que ellas alcanzaran el final de la fila, ni pedo. Pues ya más entonados que otra cosa nos pusimos a cantar con los mariachis y a divagar un poco por todo el jardín de la casa del embajador (¿cuánto ganará ese guey cada mes?). Ya estando medio aburridos porque los mariachis callaron me topé con una muy grata y agradable sorpresa: el Dr. Juan Ramón de la Fuente iba pasando junto a nosotros, así que ni tardo ni perezoso le tomé del hombro con la intensión de saludarlo, uuta, poca madre el güey, bien amable, me dio un abrazo y no se quién de mis cuates dijo: ¡foto, foto! y pues que nos toman la foto con él. Pues eso me alegró la noche la verdad pero me dio mucha variedad cuando, un poco más tarde, nos encontramos de nuevo a nuestras cuatitas y presumiéndoles de mi encuentro con el ex-rector ellas me presumieron aún más orgullosas de que se tomaron una foto con Origel... jajaja, casi me meo de la risa de la comparación... ¡pendejas!
Saliendo de ahí nos fuimos a un antrito del centro de Madrid y llegamos a la casa como a las 5 de la mañana. Muy buena noche fue esta.

1 Comentarios:

ABBA dijo...

Wow qué padre que pudiste celebrar en el extranjero! mi 15 de septiembre en Paris lo pasé dormida porque el Jet-lag y la escala de 7 horas en Toronto me tuvo 26 horas despierta así que llegué fundida.... y en Cuba...pues concursé y me gané una botella de Ron fué internacional y ganó México!!! jajajajajaja nada de Mariachis ni ex-Rector. ( PS. Juan Ramón de la Fuente es una gran persona elegantísima dirían los cubanos)
Saludos Mr. Rizou

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